lunes, 26 de septiembre de 2011

¿Crees en el destino?

A ella ya no le preocupa nada, ya no llora por nada, es feliz sola y no quiere saber nada del amor. Para ella se extinguio en su vida. No quiere oir nada de novios, nada.
Pero entonces una mañana corriente como otra cualquiera, ella sale de su casa compra un café en el puesto de enfrente, de pone los cascos y sale a hacer footing un rato por los alrededores. Justo en la segunda esquina, se choca con un chico, el cual le vierte el vaso de café, este le pide disculpas y es cuando le mira. Era un chico sencillo, con una sonrisa perfecta, unos ojos azules como el color del cielo y rubio, parecía que lo habían sacado de una película, pero no, era real.
Él le pidio disculpas y para compensarle la invito a desayunar al restaurante de enfrente, ella se olvido de todo aquello que pensaba sobre el conocer a alguien y enamorarse y decidió emprender una nueva aventura con él, puede que este sea el chico perfecto, no puede haber sido casualidad, pensaba ella mientras le miraba desde la barra del restaurante, despues vino hacía la mesa donde estaban sentados le sonrio con aquella sonrisa y le pregunto: 
-Por cierto ¿Cómo te llamas?
-Marta..
Bebio un poco de café y volvio a mirarla con aquellos ojos.
Sí, añoraba esos momentos, en los que una sonrisa y una mirada me hacían cosquillas en el estómago, en los que tener a alguien con el quien vivir momentos, pero no me quiero confundir, puede que solo lo haga por cumplir - pensaba ella mientras, él le contaba cosas de su vida.
- Te apetecería quedar esta noche?
Ahora sí, ahora si que estoy segura de que toca vivir una nueva aventura, ya me tocaba..
- Sí, a las 9 en mi portal, es aquel de enfrente.
- Allí estaré.
- Losé.
Sé que es muy pronto para volver a confiar en alguien, pero desde aquel momento en que me choque con él, he tenido la sensación de que estaba destinado a pasar.


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